Conversión de la Consideración de Conciencia: Replanteamiento de la receta ACC
¿Por qué se ha convertido en norma la conversión por sensibilización?
La sencillez de la fórmula "Awareness Consideration Conversion" la hizo muy atractiva para los profesionales del marketing desde el principio. Demostró ser una excelente manera de estructurar sus procesos de compra y planificación de medios en etapas claramente definidas, lo que facilitó la asignación de presupuestos, la creación de anuncios dirigidos y la medición del rendimiento. Para reforzar la estandarización del modelo ACC, plataformas tan influyentes como Google y Facebook crearon herramientas de campaña en torno a este marco, ofreciendo tipos de anuncios específicamente adaptados a cada etapa (concienciación, consideración y conversión). Esto ha contribuido, con el tiempo, a la adopción generalizada del embudo ACC como LA método para navegar por el viaje del consumidor.
Por qué no SIEMPRE funciona la Conversión por Concienciación y Consideración
En un mundo mediático lineal, la fórmula hizo Los medios de comunicación tradicionales, como la televisión y la prensa, han seguido históricamente recorridos predecibles. Esto se debe a que los consumidores solían estar expuestos a los mensajes de las marcas a través de anuncios (sensibilización), a continuación evaluarían sus opciones (consideración) y, por último, realizar una compra (conversión). Las etapas eran claras y distintas, por lo que la fórmula "Concienciación, Consideración, Conversión" encajaba de forma natural en la planificación de medios. Esta es probablemente la razón por la que la industria confía tanto en el modelo ACC, asumiendo un escenario de mundo perfecto en el que los resultados de marketing podían predecirse fácilmente y los datos seguían siendo sencillos.
SIN EMBARGO, el verdadero defecto de este modelo reside en su estructura lineal. El embudo ACC considera la conversión como el objetivo final del viaje. La realidad es que los consumidores convierten millones de veces al día, tanto offline como online, ya sea a través de microconversiones como la suscripción a un boletín de noticias o a través de compras en la tienda, lo que crea una relación continua, más bien finita, con las marcas.